Cuando comencé con este blog, hace ya más de un año, lo hice con la esperanza de conseguir mantener una constancia, una regularidad en las entradas, de convertirlo en un proyecto personal estable y duradero. Pero la realidad ha sido y es otra muy distinta. Tengo muchas cosas en la cabeza que no logro sacar a la luz y cada vez que veo el calendario no hace más que recordarme la cantidad de días que llevo sin actualizar.
Me dan envidia (sana) las blogueras madres y trabajadoras que actualizan su blog con contenidos de calidad y que mantienen sus redes sociales al día. Yo sólo puedo tener vida real o 2.0, a todo no llego.
En este momento tengo proyectos que me quitan más tiempo del que esperaba y en los que me quiero implicar al cien por cien, y quiero volver a cocinar para disfrutar o no sólo como desahogo cuando el resto de cosas me superan. Quiero volver a coser, a leer, quiero hacer manualidades con mis hijos…
En resumen, que la vida no me alcanza y aunque no quiero ni voy a dejar de lado el blog ya que para mi es una parte muy importante de mi maternidad, no tengo más remedio que cambiar de ritmo, bajar mis expectativas y tomármelo todo con más calma.
Más vivir y menos lamentarme por no estar viviendo.
Dí que sí!!!!! Ánimo!!!!
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Mucho ánimo guapa!!! 🙂
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No nos dejes Ana, sigue a tu ritmo
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Claro que sí, tienes que dar prioridad a lo que más necesites! Yo tampoco tengo tiempo para todo y actualizo menos de lo que me gustaría pero me lo tengo que tomar como una afición complementaria porque si no no podría.
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ánimo guapa, nosotras esperamos lo que haga falta!! un besazo
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Lo tienes claro, disfruta, haz las cosas mas despacio, cocina, lee… Lo que te haga más feliz, esto no es una competición por ver quién actualiza más, aqui estamos para cuándo tengas un ratito. Besos
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