Mucho tiempo llevábamos tranquilos. Llevo varios días diciéndole a Papá Oso que el peque vuelve a dormir muy nervioso, se mueve muchísimo como si estuviera incómodo, de repente da un grito aún dormido y sigue con el sueño como si nada y se muerde el labio superior, y que a mí todo eso me recordaba a aquel maravilloso mes y medio en el que le salieron las dos palas de abajo. Pues efectivamente hoy ha empezado a pasarse la lengua por la encía, un gesto muy gracioso por cierto, que fue la prueba definitiva de que le estaban saliendo los únicos dos dientes que tiene. Así que de manera oficial vamos a por las dos palas de arriba. No consigo ver nada en la encía, pero es que al ser arriba es mucho más difícil que en la de abajo, así que tendremos que esperar a que se le noten al tacto. Supongo que es de agradecer el haber tenido unos meses de descanso entre unos dientes y otro, pero estos apenas están anunciando su llegada y yo ya estoy muerta de sueño. Se me ha juntado con la alergia y para qué quiero más.
En la imagen podéis ver una representación del orden en el que salen los dientes de los bebés y más o menos a qué edad, aunque eso es tremendamente subjetivo y cada niño es un mundo.
Como con los anteriores no nos sirvieron de nada los mordedores ni ningún cachibache del estilo, esta vez sólo pienso intentarlo con uno de los que se meten al frigo, y si no cuela, volveré a dejarle que muerda las cucharas Suavinex, que le gustaban. Espero que sigan valiendo.