El día que tienes el cesto de la ropa sucia hasta arriba y has decidido que, puedas o no, vas a poner la lavadora. Ese día que has pensado que sería buena idea meter los biberones y los platos del peque en el lavavajillas a ver si con el agua tan caliente se desinfectan mejor. Para una vez que piensas “no voy a salir, ya me lavaré el pelo esta noche”. Y, como no, la tarde que el bicho decide que los cereales con fibra le hacen efecto y se mancha hasta la espalda.
Ese día, justo ese, cortan el agua 12 horitas de nada.
No hay emoticono ni imagen capaz de ilustrar esa sensación.
PD: Hay que joderse…..